El Ginkgo Biloba (Ginkgo biloba) es un árbol dioico, es decir, hay árbol femenino y árbol masculino. Puede crecer hasta 17 metros de altura, lo que le lleva alrededor de 40 años. Los árboles femeninos desprenden sus frutos en otoño y estos generan un olor muy desagradable.
Se le menciona como una planta fósil ya que se han encontrado fósiles de hasta 220 millones de años de antigüedad, lo que demuestra que estaba presente, tal como lo conocemos hoy en día, junto con los dinosaurios en el período Jurásico.
El árbol de Ginkgo Biloba es robusto y tiene unas raíces muy fuertes que pueden sobrevivir cataclismos. De hecho, tras el terremoto en Tokio en 1923, todo quedó en ruinas a excepción del templo más importante de la ciudad, pues éste se encontraba rodeado de Ginkgos.
En un momento de la historia sus hojas se utilizaron como moneda de intercambio, pues era muy valorado por su capacidad para mantener sano el cerebro. Lo utilizaban los monjes budistas y se les administraba también únicamente a los reyes para que no perdieran sus capacidades cognitivas.
Las principales acciones terapéuticas inherentes a esta especie están centradas en su actividad circulatoria, anti-agregante y antioxidante.
El Ginkgo Biloba es una de las medicaciones más prescritas en el área de la geriatría, los resultados favorables suelen ser evidenciables hacia la tercer o cuarta semana, recomendándose hacer tratamientos durante 3 a 4 meses.
Se recomienda especialmente en casos de trastornos globales de la circulación cerebral que afecten el área cognitiva, incluyendo arteriosclerosis y la enfermada de Alzheimer.
También se emplea en patologías oftálmicas y auditivas relacionadas con trastornos de la microcirculación como la retinopatía, el glaucoma, el vértigo y el tinitus. Numerosos estudios clínicos avalan el uso de los extractos de Ginkgo en el tratamiento de la demencia asociada a degeneración neuronal.
En general, demuestran que el Ginkgo Biloba mejora las funciones cognitivas, como la pérdida de memoria, y que retrasa la progresión del deterioro cognitivo en la demencia. También se ha demostrado que mejora el flujo sanguíneo cerebral y la microcirculación, protege de la hipoxia y tiene un efecto antioxidante y neuroprotector.
Se apunta que el efecto neuroprotector puede ser útil en el tratamiento del glaucoma y de la retinopatía diabética.
Es de mucha utilidad en casos de riesgos coronarios y cerebrovasculares y en problemas circulatorios de las extremidades, aliviando la pesadez en las piernas.
La Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprueba su uso para retardar el deterioro cognitivo asociado a la edad, es ampliamente utilizado para mejorar la memoria en personas mayores, reducir los riesgos e incluso mejorar las condiciones de pacientes con demencia senil y Alzheimer.
Por Fina Ferrara para periódico El Horizonte publicado el 12 de febrero de 2023.
En Pacalli encuentra el Ginkgo Biloba en extracto.